Quintana Roo, 15 de junio del 2023.- Hace muchos años, la reportería y el periodismo era de respeto, dignidad, ética profesional y principalmente, quién escribía un artículo estaba más apegado a la verdad; llevaba nombre y apellido del responsable, llámese radio, televisión o periódico. Si bien es cierto, los tiempos cambian, pero no todo lo mencionado; solamente que hoy en día, al comunicador se le facilita más su labor y el desempeño con la tecnología; sin embargo, las redes sociales convirtieron de la noche a la mañana a un sin número de ciudadanos en periodistas quienes, sin el más mínimo conocimiento y respeto, hoy se presentan ante la sociedad: SOY PERIODISTA. Esos personajes, hoy ofrecen y quieren llevan ante la opinión pública (en redes sociales) un periodismo violento, bajo el escudo de la Libertad de Expresión: mientan madre, insultan, agreden, retan y hasta se involucran en hechos violentos entre autoridades y civiles, pero jamás hacen el verdadero trabajo por el que fueron a parar ahí: de informar, como el que ofrecen ante la sociedad. Lamentablemente, parece que “no hay una ley o autoridad” que los frene, porque ya se la saben, aplican el artículo 7o de la Constitución Política del Estado de Quintana Roo o el Nacional. Lo lamentable, que estas personas casualmente son en su mayoría, beneficiadas por la Secretaría de Gobernación a través del Mecanismo de Protección para Personal Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas. ¿Cómo lograron integrarse y pasar todos los cuestionamientos? Porque si analizamos bien, no son defensores de los derechos humanos, es decir, no defienden a los ciudadanos, sino los incitan a la violencia y los confrontan con la autoridad; ahora bien, en el caso de periodista, tampoco escriben artículos de cualquier índole, sólo con un teléfono celular dan su opinión. ¿Entonces cómo o de qué forma el Mecanismo los integró? ¿Qué bases tuvieron los analistas para beneficiarlos en cualquier de las dos labores? Porque lo único que se ve, que ofrecen violencia con la Libertad de Expresión. ¿Qué les da tanto valor a confrontarse con la autoridad de insultar, retar, mentar madre y hasta desafiarlos? Una simple y sencilla razón: activan un botón de asistencia (botón de pánico) que les tiene dado a todos los beneficiarios el Mecanismo, además de gritar estoy bajo el mecanismo, y piden la presencia de los elementos de la Guardia Nacional para protegerlos de su periodismo que según ellos desarrollan. Entonces si se le puede poner un alto a todos esos personajes que hoy en día ofrecen a la opinión pública, un periodismo violento a través de las redes sociales: la intervención del propio Mecanismo de Protección a los Defensores de los Derechos Humanos y Periodistas; ellos están obligados a hacer un trabajo de campo, cuestionar a cada uno y lo más importante, que ingresen a sus páginas en Facebook para analizar su desempeño y porqué dicen estar en riesgo su integridad física. Hoy los comunicadores de Quintana Roo no queremos un periodismo violento ante la sociedad.
Columna de Ricardo Torres Ojeda.
