Un sin número de casos de homicidios ligados a la delincuencia organizada quedaran impugnes, gracias al compromiso y acuerdos que hoy tiene con ellos el fiscal general de Quintana Roo, Oscar Montes de Oca Rosales, quien desde su llegada ha lacerado a los quintanarroenses y la violencia nunca ha cesado.
Uno de tantos casos y que hoy no solamente la familia reclama justicia, sino el propio gobierno municipal de Puerto Morelos, es el cobarde asesinato de Ignacio “Nacho” Sánchez Cordero, ocurrido el 24 de febrero del presente año, y a casi dos meses no hay un responsable.
El ahora occiso quien tenía el cargo en el gobierno municipal de director de Desarrollo Social, se encontraba desayunando en un restaurante, cuando llegó un sujeto armado y le disparó en repetidas ocasiones. A pesar de que fue en pleno día, no hubo respuesta positiva de las diferentes corporaciones policiacas ni las cámaras de video vigilancia captaron la huida del asesino, además las investigaciones están paralizadas.
A unos días de la ejecución, la Fiscalía General emitió una imagen sobre un retrato hablado del sicario, lo raro es que cómo le vieron el rostro, el tipo de cabello y otros rasgos, si “todo mundo usa cubre bocas”, además que estos delincuentes siempre traen el rostro cubierto, gorra o sudadera con gorro y lentes.
Lo cierto que la protección que viene otorgándole la Fiscalía General de Quintana Roo a grupos específicos del crimen organizado, el cual es un secreto a voces y que el mismo personal de dicha instancia vocifera. Solo hay que recordar la detención de 15 sujetos ligados a un grupo delictivo que son los preferidos de Montes de Oca Rosales: “Los Charritos”.
El pasado 16 de febrero, luego de un enfrentamiento a balazos entre policías de las diferentes corporaciones con integrantes del crimen organizado, en la Región 233 del municipio de Benito Juárez, detuvieron a 15 sujetos. En ese entonces, Oscar Montes de Oca presentó un discurso vía Facebook sobre los hechos; dijo que además de las detenciones, rescataron a una persona secuestrada y otra más ya estaba sin vida.
El fiscal general solo tocó el tema esa noche de dos minutos, y a la fecha ya no se sabe más del proceso, pues nunca señaló a qué grupo pertenecían, quiénes eran las víctimas y de dónde, y lo principal, si recibieron todos los imputados prisión preventiva oficiosa, es decir, si continúan encarcelados o salieron en libertad.
Caso similar ocurrido el 12 de marzo frente a la zona reservada "El Ombligo Verde", también en Cancún, donde tres sicarios se enfrentaron a balazos con policías municipales; el saldo fue de la detención de ellos, una patrulla y un auto baleados, y el aseguramiento de dos armas largas. En este caso, a casi un mes, también la Fiscalía General se mantiene callada, pues junto con los Juzgados Penales van de la mano en la protección a la delincuencia organizada.
Así como estos casos, son casi cuatro mil ejecuciones que se han registrado en Quintana Roo en los cinco años que lleva de mandato Carlos Manuel Joaquín González, y que hoy no hay justicia ni paz en el estado.
