Coatzacoalcos, Veracruz, 26 de diciembre del 2025.- “¡Te voy a hacer un desmadre, vas a ver! Así amenazó y cumplió la abogada Leticia Zurita Dávila, al comunicador Rafael “Lafita” León Segovia, en la ciudad de Coatzacoalcos, debido a que no quiso dejar de grabar y documentar el accidente en el que se vio involucrada su hija, sobre el Malecón.
Esa es una muestra de cómo el sistema de gobernabilidad en Veracruz se aplica para las y los ciudadanos: una abogada que tiene sus conectes y bajo sus faldas a “su Fiscalía General del Estado”, que sin fundamentos y razones apegado a las leyes y justicia, le fabricaron el delito de TERRORISMO al comunicador Rafael León, por el sólo hecho de realizar su trabajo de informar lo acontecido.
Leticia Zurita Dávila cumplió con sus amenazas en contra del periodista “Lafita” León, justo el miércoles 24 de diciembre que se reúnen las familias para celebrar la Navidad. La abogada mandamás en Coatzacoalcos, actuó bajo la complicidad de la FGE, quien para ellos era un “trofeo” la detención del comunicador, donde cambiaron Libertad de Expresión por su ley de Terrorismo. ¿Su “delito”? de Rafael Segovia fue documentar un accidente en el malecón y de ahí se vinieron una serie de amenazas y poder.
¿Qué tanto poder tiene una persona para doblar la justicia a su antojo? En Coatzacoalcos, la respuesta tiene nombre y apellido: Leticia Zurita Dávila. Es inaudito, en una de las ciudades más violentas del mundo, la "amenaza" que el Estado decide neutralizar es un comunicador cuya única arma es una cámara.
Esta es la justicia en Veracruz: una llamada telefónica de la persona "adecuada" pesa más que la libertad de prensa. Para mover a la Fiscalía y al Poder Judicial tendría que venir de una persona allegada a la Gobernadora Rocío Nahle García, de otra forma cómo en cuestión de días se integra una carpeta de investigación, se libra una orden de aprehensión y se encarcela a la inocencia.
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