Yucatán, 29 de julio de 2024.- Los tentáculos del poder suelen ocultarse detrás de bastidores, pero cuando se revelan, dejan al descubierto la red de influencias que alimenta a la maquinaria política. En Yucatán, empresarios, el gobernador y el gobernador electo, se ha convertido en el blanco de una ofensiva mediática feroz, orquestada desde las sombras por la familia Barbachano.
Documentos filtrados revelan una trama compleja de intereses y manipulaciones. Pedro Daniel Rodríguez Hernández, dueño del diario Sol de Yucatán, factura con el Ayuntamiento de Tulum a través de Edwin Javier Hidalgo Sandoval (RFC HISE810522B34). Este entramado financiero es apenas la punta del iceberg. El verdadero poder detrás del trono es Eugenio Barbachano, hijo de Fernando Barbachano y coordinador de asesores del alcalde de Tulum, Quintana Roo.
Eugenio ha utilizado su posición para dirigir recursos públicos hacia medios que atacan sistemáticamente a Huacho Díaz. Este modus operandi no es nuevo. En 2021, los Barbachano lanzaron un ataque mediático contra el presidente AMLO en El Universal, exigiendo acciones federales en materia de seguridad. Este artículo causó tal revuelo que Marciano Dzul, entonces alcalde de Tulum, despidió a Eugenio. Sin embargo, tras la muerte de Dzul, Eugenio logró reinstalarse en la administración municipal, reafirmando el poder de su familia.
Los documentos obtenidos muestran cómo los Barbachano han canalizado fondos públicos para financiar publicaciones difamatorias y cómo han presionado a figuras políticas locales para influir en sus litigios. Testimonios de empleados y ex-empleados de estos medios corroboran la intervención directa de Eugenio Barbachano en la línea editorial de los ataques. Esta estrategia busca intimidar a Huacho Díaz, obligándolo a intervenir a favor de los Barbachano en sus procesos legales, evitando embargos y sanciones.
El patrón es claro: los Barbachano han convertido sus influencias y recursos públicos en armas para defender sus intereses privados, distorsionando la verdad y manipulando la opinión pública. En el entramado de poder en Yucatán, la sombra de los Barbachano se proyecta larga y oscura, y el caso de Huacho Díaz es solo el último capítulo de una historia de intriga y manipulación. Usted amable lector, ¿Qué opina?
Por Jamil Quintal
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