Quintana Roo, 27 de enero de 2022. Si en su momento los empresarios quintanarroenses y foráneos que llegaron a invertir al Estado, pensaron que la inseguridad no les llegaría por el sólo hecho que están alejados de las zonas marginadas y existe una relación de “amistad” con el gobernador Carlos Joaquín González, pues se equivocaron, en su misma casa llega la violencia. Si bien es cierto y está por demás decirlo, vale la pena recordarlo, todavía en el sexenio pasado existía un código entre el narcotráfico que operaba en Quintana Roo: no menores, no adultos mayores, no mujeres embarazadas y por qué no, no empresarios. A la llegada del actual gobierno de “Don Carlitos”, esto se perdió; el narcotráfico se ha llevado entre las patas de todo y hasta inocentes (pequeñitos), pero por el acuerdo que tiene todavía no puede hacer mucho; lamentablemente faltan ocho laaaarrgos meses para que se vaya, para no decir “se largue” por tanto daño y mala imagen que le hizo al principal destino turístico del país: “Quintana Roo”. Las ejecuciones, los baleados, los robos con violencia y demás ilícitos, sucedían en las colonias, fraccionamientos y otras zonas marginadas en cualquier parte del Estado, incluso solo era la Zona Norte y la Sur mostraba tranquilidad, por eso no les preocupaba a los empresarios, sentían que había una protección del gobierno y hasta su negocio blindado de todos los delincuentes que están operando en la entidad, pues señores, se han equivocado, ustedes tampoco están seguros y ya ha quedado demostrado muchas veces; solo por hacer un recordatorio de los últimos casos recientes y atrasados: la ejecución de Federico Mazzoni, gerente del club de playas “Mamitas”, en Playa del Carmen, ocurrido el pasado martes; dos ejecutados y una mujer lesionada, también a balazos, en el interior del hotel Xcaret de la Rivera Maya, cuatro días antes; dos ejecutados y tres lesionados en el interior del restaurante “La Malquerida” en el municipio de Tulum, el 21 de octubre del año pasado, y tres meses antes, ejecutaron a otro sujeto, y lo mismo pasó en el restaurante “México Lindo” de ese destino; en Puerto Morelos, ejecutaron a dos personas frente al hotel Hyatt ubicado en Bahía Petempich; En Cancún, el hotel City Expres también ha sido escenario de personas baleadas, y muchos lugares más a lo largo y ancho de la entidad, como jamás se había visto. Lo malo que ningún empresario se atreve ya no a exigirle seguridad al gobernador porque nunca la hubo, sino reclamarle su incompetencia, solo esperan que termine su mandato para salir todos a decir: “narcogobernador” o “el peor gobernador de Quintana Roo”, entre otros calificativos como lo hicieron en su momento con el exmandatario Roberto Borge Angulo, una vez que cayó a la cárcel y encerrado casualmente por Carlos Joaquín González. Bueno, nos leemos en la próxima.
