Benito Juárez, Q. Roo, 8 de diciembre del 2025.- Las investigaciones del caso de homicidio calificado que involucra al secretario general del sindicato Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Quintana Roo, José Isidro Santamaría Casanova, todavía no concluyen, ya que existe mucho que indagar, en torno a la ejecución de la mujer de origen venezolano, ocurrido en el hotel “Bombay” en esta ciudad de Cancún, y que lleva siete años archivada la carpeta de investigación, por acuerdo con los dos últimos fiscales: Miguel Ángel Pech Cen y Oscar Montes de Oca Rosales.
En la información que hemos recabado como parte de las investigaciones en torno a los señalamientos en contra del dirigente de la CTM, Isidro Santamaría, la noche del 25 de julio del 2018, cerca de las 20:00 horas, una mujer fue asesinada a balazos en las escaleras de la habitación número 23 del hotel posada “Bombay”, ubicado en la Calle 10 Poniente, a la altura de la Manzana 7 de la Supermanzana 62.
La víctima fue identificada como Mayerlin Luisiana María Padilla Piñango de 24 años de edad, y sólo se supo que trabajaba como “escort”. Dentro de las primeras indagaciones que surgieron, la víctima de nacionalidad venezolana fue llevada por un sujeto a esa habitación, y su ejecución ya estaba planeado, pues la agarraron justo cuando subía las escaleras.
En ese entonces, las investigaciones fueron paralizadas y el asesinato quedó en el olvido, ya que el expediente lo archivo el Ministerio Público por instrucciones del fiscal general del Estado, Miguel Ángel Pech Cen, a raíz que el responsable intelectual posiblemente estaba allegado a una amistad o al menos a un acuerdo con él.
En base a las indagaciones que éste medio informativo ha realizado, resulta que la venezolana presuntamente se trató de la misma mujer que denunció meses antes al líder cetemista, Isidro Santamaría Casanova, ante la delegación en Cancún de la Fiscalía General de la República (FGR) por el delito de trata de personas, y por dicho caso fue aprehendido por agentes federales casualmente al día siguiente del asesinato (26 de julio del 2018), a unas cuadras de las oficinas de la CTM ubicada en la Supermanzana 24; esto le costó tres años y seis meses de cárcel.
Como parte de este rompecabezas, la víctima que denunció a Isidro Santamaría era testigo protegido de la FGR en Cancún, al igual que Luis Fernando Peón Cardín, ejecutado siete días antes de la venezolana (17 de julio del 2018), a quien se llevaron de las oficinas del sindicato de la CTM, y después de siete años fue aprehendido el líder cetemista por homicidio.
Las dos víctimas, tenían una amistad y fueron cuestionados por el caso de trata de personas por agentes federales del Aeropuerto Internacional de Cancún, de donde empezaron las investigaciones en contra de Santamaría, sobre su bar “Danssan Goldel Palace” ubicado en la Zona Hotelera de Cancún, en donde trabajaban chicas extranjeras y traídas bajo engaños para trabajar de sexoservidoras, así lo declaró en el expediente la mujer ejecutada.
Mayerlin Luisiana María Padilla y Luis Fernando Peón eran testigos protegidos por la FGR, por el caso del que fue encarcelado tres años y medio Isidro Santamaría; ambos ejecutados en un lapso de una semana, y se sabe que el dirigente de la CTM simuló un robo en sus oficinas para aplicarle la ley, aprovechando la amistad que tenía con el fiscal general, Miguel Ángel Pech Cen, quien lo protegió durante su instancia en la Fiscalía, y luego también hizo lo propio Oscar Montes de Oca Rosales, hasta que llegó Raciel López Salazar y sustrajeron el expediente del archivo muerto. (Próximamente reportaje completo de cómo empezó todo)