Compañera y compañero periodista, te escribo estas palabras para que analicemos y si es posible reflexionemos. Tú que ejerces esta noble e importante labor al igual que yo, y que bien sabes en nuestro país estamos indefenso y a la deriva; te lo digo en toda la extensión de la palabra, hoy ya no tenemos la misma libertad para desarrollar tranquilamente nuestra labor como años atrás; nos quieren callar, intimidar y hasta intentado crear leyes en contra de nosotros para comprimir nuestra libertad de expresión. Esto lo hacen por qué saben que no existe un compañerismo, no estamos unidos y con la posibilidad de que se carcajean de nosotros. El gremio periodístico está tan mal, que sólo esperamos que uno se caiga para que el otro llegue a rematarlo; si lo vemos jodido, aprovechamos para joderlo más; sino tiene para comer y alguien le extiende la mano, decimos que “estaba chayoteando o hasta lo calificamos de extorsionador”, de paso si se presenta la oportunidad, hasta lo grabamos para exhibirlo. Así de ese tamaño estamos entre los comunicadores que tal vez alguna pasó por nuestra cabeza ver al compañero periodista tirado en el suelo; en pocas palabras entre nosotros no nos cuidamos ni protegemos. Tú compañera y compañero periodistas, te has dado cuenta que se protegen entre los Presidentes de la República, gobernadores, presidentes municipales, políticos, empresarios, funcionarios de toda índole, dirigentes de sindicatos, trabajadores, jefes de policías y sus propios elementos, incluso hasta los delincuentes y también me atrevo a decirlo, los propios animales que no piensan. ¿Entonces porqué tú y yo no hacemos lo mismo?, ¿Es muy difícil hacer lo mismo que todos ellos que se protegen? Compañera y compañero periodista si esto no te queda claro entonces te pregunto: ¿Te has dado cuenta qué para el gobierno, políticos, empresarios, entre otros, ya no somos tan importantes como periodistas y cuándo nos voltean ver, sólo para utilizarnos? ¿Has visto de cómo el gobierno celebra a las y los empleamos municipales, maestras y maestros, enfermeras, doctoras y doctores, policías, bomberos, mamás y papás que también trabajan en el gobierno, hasta se lucen con grandes regalos en nuestras caras; ¿sabes por qué en nuestras caras? Simplemente porque nosotros nos encargamos todavía de publicarlo. ¿Y nuestra celebración por el Día de la Libertad de Expresión? Esa tú y yo la venimos enterrando, estamos des unidos, queremos jodernos unos con otros, estamos esperando en que falló para exhibirlo. Amiga y amigo periodista somos posiblemente los únicos que nos “comemos” unos con otros dentro de nuestra labor. Solamente te pido, si vez que me caigo y no me quieres levantar, tampoco me pises; sino tengo para comer, no me cierres las puertas para que otros me den; sino tengo trabajo, tampoco me mal recomiendes con la gente; si estoy enfermo, no impidas que alguien me ayude, porque créeme, yo si te voy ayudar y a extender la mano. REFLEXIONEMOS.
