Quintana Roo, 23 de marzo del 2022.- Aún no termina la semana y desde el lunes las y los quintanarroenses hemos sido bombardeados con todo tipo de encuestas, donde la ficción supera la realidad, pues la mayoría de ellas son hechas sin el respectivo rigor de la técnica, método e interpretación que debe tener este tipo de medición.
Olvidan que la técnica de encuesta es ampliamente utilizada como procedimiento de investigación, no de un concurso de popularidad, ya que permite obtener y elaborar datos de modo rápido y eficaz; eso sí, con personas de “carne y hueso”, que están detrás de una línea telefónica o levantarla cara a cara de acuerdo con la muestra que arroja el método matemático.
Lógicamente, el interés de hacer una encuesta es para conocer las preferencias sobre personas y cosas, incluidas también el comportamiento social. Los grandes ganadores de esta práctica son las empresas dedicadas a este rubro, pero también los que de manera “hechiza” quieren pervertir el método y tratar de influir en la opinión pública, a quienes no les interesa más que quedar bien con quien paga la encuesta.
Hoy, en las socorridas redes sociales, cualquiera puede colgar una “encuesta” y los participantes no tienen el cuidado de utilizar bots para “embarazar” con opiniones la preferencia hacia tal o cual candidata o candidato; eso es engañar a la opinión pública.
Dichas encuestas, pagadas algunas con el dinero público, han perdido el rigor de ser “una técnica que utiliza un conjunto de procedimientos estandarizados de investigación mediante los cuales se recoge y analiza una serie de datos de una muestra de casos representativa de una población o universo más amplio, del que se pretende explorar, describir, predecir y/o explicar una serie de características” (García Ferrando); y le podemos agregar lo que describe Sierra Bravo: la observación por encuesta, que consiste igualmente en la obtención de datos de interés sociológico mediante la interrogación a los miembros de la sociedad, es el procedimiento sociológico de investigación más importante y el más empleado.
Por eso el ciudadano no debe dejarse engañar por lo que lee en redes sociales, o la publicación en masa de una encuesta en medios de comunicación, que por cierto no es barata; sino debe formarse un criterio con base al perfil público que tiene cada uno de los que participan para un cargo de elección popular.
Concluyo al decir, que las y los que hacen encuestas en Quintana Roo, deberían apegarse al método, por si no lo conocen, aquí se los comparto: Tienen que identificar el problema, determinar el diseño de la investigación, especificar las hipótesis, definición de las variables, selección de la muestra; además del diseño del cuestionario, organización del trabajo de campo o del del call center o de redes sociales; obtención y tratamiento de los datos y por último el análisis de los datos e interpretación de los resultados.
Mientras los autores de encuestas no las encuadren en este marco, realmente lo que publican será una vacilada, eso sí, bien pagada por a quien pongan a la cabeza de sus “encuestas hechizas”.
SASCAB
Mas voces se levantan contra la devastación de la selva por causa de las vías del Tren Maya, especialmente en el tramo 5 que le corresponde a Quintana Roo. Desde ayer, se lanzó la campaña #Sélvamedeltren, que consiste en un video donde participan varias personas del espectáculo, como Eugenio Derbez, Kate del Castillo, Omar Chaparro, Saúl Hernández, Bárbara Mori, entre otros, explican que la nueva ruta del proyecto de AMLO destruirá el sistema de ríos subterráneos más grande del mundo ubicado bajo el suelo de Tulum y además la flora y fauna de la región desaparecerá. Ahí se las dejo…
Por Martín González Iglesias.
