Quintana Roo, 8 de agosto de 2024.- A poco menos de dos meses para que dejen el cargo diputadas y diputados de la XVII Legislatura en el Congreso de Quintana Roo, y no hicieron absolutamente nada para darle seguimiento a la situación de abuso de cobros indebidos que hoy viven las familias quintanarroenses de la empresa concesionaria ladrona Aguakan desde hace más de 10 años.
El día 14 de diciembre del año pasado (2023), el diputado Humberto Aldana Navarro resaltó ante sus compañeros legisladores las irregularidades en la gestión financiera que presentaba la concesionaria Aguakan, además que no hubo transparencia de los 55 millones de pesos que aportó, para que diputadas y diputados de la XIV aprobaran junto con el ex gobernador Roberto Borge Angulo, la ampliación de la licencia hasta el año 2053.
Dentro de este mismo tema, el diputado Julián Ricalde manifestó que la empresa Aguakan acordó con el Estado por una contraprestación por 320 millones de pesos anuales, y realizar infraestructura de 750 millones de pesos, pero no cumplió.
Recalcó el legislador que dicha concesionaria presenta una deuda al Gobierno de siete mil millones de pesos, además de accesorios y a esto le anexa el pésimo servicio, altos cobros en los recibos y de los intereses que les cobran a los habitantes de la Zona Norte, por lo que estas pruebas son suficiente para revocarle la concesión.
Además de los señalamientos que hicieron los diputados Humberto Aldana y Julian Ricalde, el Observatorio Legislativo que encabeza Eduardo Galaviz, también señaló el poco interés de los diputados de la XVII Legislatura, para someter y revocar la licencia a Aguakan, pues sólo utilizaron el tema en la temporada electoral para favorecerse.
El caso es que durante los dos años que estuvieron las y los diputados de la XVII, no tocaron el tema de la problemática que representa la empresa Aguakan para los ciudadanos en la Zona Norte, y esta sería la tercera Legislaturas, además de las y los presidentes municipales, desde que le extendieron la licencia a la concesionaria, nadie ha podido removerla.
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