A pesar de que ya no se encuentra aparentemente en Quintana Roo, Jesús Alberto Capella Ibarra, ex secretario Estatal de Seguridad Pública, todavía los quintanarroenses y algunos empresarios no pueden ni podrán olvidar el daño que causó en todo el estado, al permitir tanta violencia en sólo dos años que estuvo al frente de la seguridad, y que nunca trajo la paz social a partir que tomó posesión el 27 de septiembre de 2018. Además de un sin número de ciudadanos, Florian Tudor, empresario de origen rumano, fue una de sus víctimas de Alberto Capella, ya que manipuló a los integrantes de la mesa de seguridad en Benito Juárez (Marina, Ejercito, Guardia Nacional, Fiscalía del Estado y de la República), para armar cateos en su domicilio en busca de supuestas sustancias u objetos ilícitos. Aún con sus arbitrariedades policiacas y violentas en la que se introdujeron al domicilio del empresario, ubicado en la calle Robalo, en Cancún, nunca pudieron comprobarle nada, sólo era una forma de presionarlo para obtener recursos económicos según ellos, millonario. El empresario rumano con 10 años en Quintana Roo, a partir de la llegada de Capella, era perseguido por el ex delegado de la Fiscalía General de la República en Benito Juárez, Javier Ocampo García; la ex subdelegada Bertha Cordero Reyes; y los fiscales Cesar Eduardo Cervantes Saavedra y Enrique Pérez García, además de policías ministeriales; todo orquestado por el flamante titular de la “Policía Quintana Roo”, incluso hasta mandó a instalar un poste con tres cámaras de video vigilancia a unos metros del domicilio de Tudor, para mantenerlo vigilado las 24 horas. Hoy el empresario le hizo saber vía twitter a Capella, todo el daño que le hizo a él y a su familia y que no era para menos, pues uno de sus hijos de cinco años de edad, estuvo internado en un hospital y en un estado crítico, por la forma violenta que ingresaron los policías, al grado que le causaron problemas psicológicos al pequeño; sin embargo, el ex funcionario se siente ahora ofendido al reclamo que los quintanarroenses y al menos el empresario le hizo, ya que contestó en su cuenta de twitter: “No se si sea esta cuenta real por el manejo de la información, y el nivel de odio creo que si es usted, tomo enserio su amenaza porque entiendo el tamaño de su alcance con la fama pública internacional que lo acompaña. Y no se confunda, queda claro de qué lado está la perversidad”. Lo cierto que a su paso por Quintana Roo, Capella Ibarra dejó mucho dolor en algunas familias, por el asesinato de personas inocentes, entre ellas menores de edad, derivado del acuerdo que tenía con la delincuencia organizada, por eso en cualquier rincón del estado será repudiado por los habitantes. Otra de las cosas que si quedó claro antes de irse el funcionario tijuanense, que el coraje que traía por el fallecimiento de su papá, lo descargó en contra de los manifestantes y reporteros el pasado lunes nueve de noviembre, luego de ordenar utilizar sus armas los policías para dispersarlos en la explana del Ayuntamiento de Benito Juárez. Además, que ni su fiel escudero y defensor de sus malas conductas, el periodista Francisco Zea, de Imagen TV, podrá taparle como en todo momento lo hizo con publicaciones falsas, durante su instancia en Quintana Roo.
Alberto Capella Ibarra dejo odio y rencor en los quintanarroenses y empresarios por generar tanta violencia.
Capella Ibarra utilizaba su poder para mandar a instalar cámaras y vigilar a empresarios para extorsionarlos
El periodista Francisco Zea ya no tendrá ni un peso de Quintana Roo que le entregaba Capella en la Ciudad de México para hablar "bonito" de él.
