En la tradición mexicana, es un momento para celebrar, pues se viste al niño Dios con llamativos ropajes, pero además también es motivo de reunión para las familias y amigos comiendo los tradicionales tamales. El mercado 23 en este municipio de Benito Juárez, nuevamente es el protagonista de esta tradición y desde temprana hora se observó a personas comprando los ropajes para el Niño Dios, desde los más tradicionales como de bautizo, incluso algunos bastante exóticos de encaje, satín y lentejuelas, haciendo alusión a diversos santos católicos. Los precios fluctúan entre los 100 a 400 pesos, dependiendo el material, diseño y tamaño; se complementan con coronas, canastas y sandalias doradas. Por otra parte, el aroma de los deliciosos tamales estilo “DF”: colados, torteados o de Chipilin, se dejaban sentir en el ambiente. Durante este fin de semana, familiares y amigos, tendrán un motivo más para convivir y compartir esta tradición que aún sigue vigente. Con esta celebración finaliza de manera oficial, las fiestas navideñas.
