Este martes, se dio a conocer que la base aérea de Al Asad que alberga fuerzas estadounidenses en el oeste de Irak, fue atacada con misiles de largo alcance. De acuerdo a la información de los medios internacionales, al menos 10 misiles impactaron en la base militar. Sobre estos reportes, Stephanie Grisham, vocera de la Casa Blanca, señaló en su cuenta de twitter que: “estamos al tanto de los informes de ataques contra instalaciones estadounidenses en Irak. El presidente Donald Trump ya fue informado y está monitoreando la situación de cerca y consultando con su equipo de seguridad nacional”. Estos ataques se dan como represalia de Irán tras el asesinato del general Qasem Soleimaní, uno de los más poderosos dentro de la jerarquí militar de ese país ocurrido por un ataque con cohetes de Estados Unidos la semana pasada.
