El fiscal General de Quintana Roo, Oscar Montes de Oca Rosales, trae la misma “escuelita” de Jesús Alberto Capella Ibarra, secretario Estatal de Seguridad Pública, que se toma atribuciones que no le corresponde, ya que solicitó al municipio de Benito Juárez para que quiten el puesto de venta de insignias para corporaciones, copias y otros trámites que le facilitan la rapidez al o los ciudadanos, el cual se encuentra afuera de las instalaciones de la Dirección de Tránsito, es decir, a 50 metros de la Fiscalía y que a este funcionario del estado no le afecta ni en lo más mínimo. De acuerdo a la denuncia pública que nos hizo llegar la ciudadana Sonia Bacab Espadas, dijo que desde hace 17 años se dedica a la venta de todo tipo de accesorios para algunas corporaciones policiacas, y de paso hace unos años metió el servicio de copias y la elaboración de fotografías, debido a que muchas personas llegan a la Fiscalía General del Estado a solicitar la carta de Antecedentes No Penales y en ocasiones carecen de los algunos requisitos que les exige esta autoridad. De repente, le llegó una notificación de Patrimonio Municipal para que desalojara el lugar, ya que estaba su negocio de forma irregular y había una queja del fiscal General en el Estado, Oscar Montes de Oca Rosales. La denunciante acudió a las diferentes direcciones del municipio y le informaron que no podían hacer nada por que era una petición del funcionario estatal. Sonia, recalcó que lleva trabajando sobre la avenida Xcaret o en ese lugar cerca de 17 años, bajo el nombre de “La Comandanta” y hasta el momento no ha tenido problemas con la autoridad municipal; sin embargo, ahora llega Oscar Montes de Oca Rosales y la mandó a quitar a pesar que no está dentro ni fuera de la Fiscalía y tampoco le perjudica. La escusa de este mal llamado Fiscal General de Quintana Roo, es porque según, la agraviada vende insignias al crimen organizado, inclusive, que a raíz de eso le iniciará una carpeta de investigación. Hay que recalcarle a este funcionario que representa una instancia investigadora, bien sabe que toda persona que acusa tiene el deber de comprobarlo, pero si hablamos de vínculos con la delincuencia, mejor que investigue a sus comandantes y a sus directores y “no se haga de la vista gorda” que son ellos que los protegen a cambio de grandes cuotas. Lo cierto, dicen las malas lenguas que Montes de Oca tiene la intención de poner un puesto similar al de la agraviada para promover por fuera de la Fiscalía la carta de Antecedentes No Penales y otros negocios que le pueden beneficiar a él o su gente de confianza que trajo de la Ciudad de México.
