En el estado de Quintana Roo, los jueces de lo penal se han convertido en un “cáncer” para la sociedad, ya que lejos de buscar la verdad de un hecho, son cómplices de la Fiscalía General del Estado en inculpar a cualquier persona de un delito; sin embargo, cuando se trata de delincuencia organizada, la misma autoridad se encargan de debilitar el expediente mediante las pruebas para que los imputados gocen posteriormente de la libertad. Algunos de los casos recientes en Benito Juárez, de Amos Benoni Martínez Guzmán, internado en el Centro de Reinserción Social de este municipio y acusado del delito de violación y feminicidio (casos diferentes). En base a lo que hemos investigado, en el 2014 Amos Benoni fue denunciado por el delito de violación en agravio de una menor de edad, en tanto el denunciante era el papá de nombre José Isidro. En las indagaciones que realizó en ese entonces la Policía Judicial, no encontró pruebas pertinentes (contacto sexual) y quedó en un mal entendido, debido a que el papá solo quería obtener recursos económicos aprovechándose de la situación. En octubre de 2017, Amos presentó una denuncia por la desaparición de su pareja sentimental; 13 días después, apareció asesinada con saña en un área verde. Posteriormente, la Fiscalía para la Mujer culpó a la pareja sentimental por versión de un testigo de dicho y de nombre Salvador, quien a pesar de que todo lo que dijo resultó incongruente y no se obtuvo una sola prueba pericial (arma, ropa, sangre) en ninguna parte al que señaló; en tanto para muchos abogados y demás personas que tuvieron el expediente en la mano, el único responsable de esto por la forma que describe el feminicidio es el testigo, incluso existe la certeza que tenía relaciones sentimentales con la occisa. Sin embargo, esta autoridad como no tenía elementos para inculpar a Amos por el delito de feminicidio, reactivo el caso de violación y para eso falsificó una declaración y la firma del papá de la menor, además, anexó un dictamen médico exprés que nunca le hicieron a la menor cuando la presentó su papá ante la autoridad, además de manipular oficios y escritos.
ORDENEN DE APREHESIÓN SIN FIRMA Y JUEZ CON APELLIDO CAMBIADO De esta manera y a pesar de las irregularidades que se ventilaban en el expediente, la juez de Control Landy Rosalía Pamplona Pérez, quien se supone llevaba el caso del delito de violación, y que posteriormente resultó que no fue ella sino Ezequiel Roldán Martin, sin revisar el expediente ordenó una orden de aprehensión, lo raro, que no llevaba su firma y así la ejecutó la Policía Ministerial porque existía ya una complicidad entre ambas autoridades. Hace 15 días aproximadamente, Amos Benoni fue sentenciado a 30 años por el delito de violación por el mismo juez, Ezequiel Roldán, quien jamás estuvo en una sola audiencia y mucho menos se tomó el tiempo de estudiar el caso en donde existía tanta violación a los derechos fundamentales del imputado y las irregularidades plasmadas en el expediente, tan es así, que él mismo participó en aprobar un documento sin su firma.
CONCEPCIÓN CARRILLO OTRA JUEZ INCOMPETENTE Otra de las jueces es Gabriela Concepción Carrillo Cab, quien tuvo en sus manos el caso del delito de feminicidio en contra de Amos y lo sentenció a 31 años de prisión, sin tener una sola prueba en su contra, pues todo fue de dichos del sujeto que era amante de la víctima, aunque en este caso, un juez de Distrito revocó la sentencia. En lo que respecta a la juez Concepción Carrillo Cab, en septiembre del año pasado (2018), fue señalada de proteger a médicos imputados por el delito de negligencia, ya que en una audiencia donde se les cuestionaba por el caso, ella intervino para defenderlos cuando los cuestionaban. Este hecho fue en relación al fallecimiento de una mujer de origen ruso y su bebé, en una clínica de la delegación de Bonfil, donde el viudo, Alexey le pidió justicia a la juez Carrillo Cab, pero lejos de hacer cumplir la justicia, hasta lo sacó de una audiencia por falta de traductor y no detuvo la audiencia aún cuando era la víctima.
OTRA FICHITA JUEZ SHELLIN NOVELO YEH, Otro juez que no se queda atrás de su mal desempeño, Shelling Kierkegard Novelo Yeh, ya que el pasado 17 de septiembre dejó en libertad a dos integrantes del crimen organizado, pese a que elementos de la Marina los agarraron con la víctima, además, le habían amputado un dedo y estaba excavando para enterrarlo una vez que lo ejecutaran. En este caso, el presidente del Tribunal Superior de Justicia, Antonio León Ruiz, para “lavarse las manos” dijo a través de un comunicado que separaron del cargo a este corrupto juez, pero de ahí no paso. Posteriormente al hecho, salió a relucir que este juez poseía cinco departamentos en diferentes zonas residenciales del municipio de Benito Juárez.
Lo cierto que este tipo de problemas existen a raíz que el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Quintana Roo, Antonio León Ruiz, tiene tiempo para las giras del gobernador Carlos Joaquín González, incluso hasta lo representa en algunos eventos, que supervisar los Juzgados Penales y verificar que los mismo jueces llegan al medio día a laborar y solo para encerrarse en su oficina.
