Un sujeto estadounidense quien asesinó o participó en el asesinato de sus padres, en su mismo lugar de origen, fue detenido por policías ministeriales el fin de semana en este municipio de Benito Juárez, derivado de una orden de aprehensión girada por la autoridad competente del vecino país. En torno al caso, la Fiscalía General del Estado dio a conocer, que agentes de la policía ministerial lograron la detención de una persona de origen extranjero de nombre Dylan, señalado de participar en el homicidio de quienes fueran sus padres, en el estado de Minnesota. Según esta autoridad, de acuerdo a la información que les proporcionaron agentes estadounidenses; el imputado “fue visto caminando en el boulevard Kukulcán, por lo que policías ministeriales acudieron a la dirección y al intervenirlo, mostró un comportamiento agresivo. Una vez identificado, lo detuvieron y fue puesto a disposición de la autoridad migratoria” para lo correspondiente sobre el caso que se le imputa. Esta no es al primera detención que realizan los policías ministeriales sobre una persona que cometió un delito en otro país y por cierto, con un comunicado emitido por la Fiscalía completamente enredada; sin embargo, lo raro es que nunca detienen a los delincuentes que cometen y están cometiendo ejecuciones y otros delitos en el estado de Quintana Roo.
Lo cierto, que la Fiscalía General de Quintana Roo prácticamente hasta "fiesta con mariachi" quería que les hicieran por la detención del estadounidense, pero que hay de todos los casos que existen desde hace casi tres años y permanecen impugnes. Hoy en día, tiene un aproximado de más de 400 personas desaparecidas, un sin número de robos con violencia a todo tipo de negocios, más de mil 500 personas baleadas, más de mil 700 ejecuciones; en Cancún, rebasa los 200 negocios cerrados por cuestiones de extorsión de la delincuencia organizada, además de secuestros, y aún así, la Policía Ministerial no ha acabado con este mal que viven Quintana Roo, ni siquiera ha empezado, pero "si quiere medalla de oro" por el aseguramiento de un asesino en otro país, y qué lo raro, cómo entró a México pese a que estaba boletinado por el país poderoso y de máxima capacitación policial.