Cancún, Quintana Roo, una ciudad de primer nivel y reconocido a nivel nacional e internacional por los colores que desprende el mar, además de la arena blanca, entre otras riquezas que abarca hasta el vecino estado de Yucatán, por lo que es puesto en la mirada de muchos turistas para vacacionar; sin embargo, en materia de seguridad, cuenta con “una policía de quinta”, que únicamente se dedica a extorsionar a conductores con placas de otros estados y con placas de arrendadora, además de violaciones a los derechos humanos, porque carecen de capacitación los mandos o no saben el significado de Policía. Desde hace unos meses, en el municipio de Benito Juárez, los conductores de cualquier índole vienen siendo víctimas de robo por parte de policías municipales, quienes a pesar de que no existe un artículo dentro de la Constitución Política, Código Nacional de Procedimientos Penales u otra ley que señale la dichosa inspección de rutina, ellos la aplican por órdenes de los mandos y que en caso los protegen de cualquier queja a cambio de la cuota que pagan a los comandantes. VIVEN PESADILLA LOS CONDUCTORES El sábado pasado, elementos de la patrulla 5735 pararon al conductor de un vehículo tipo Fiesta de modelo atrasado, en la avenida 135 y Las Torres, justo a un costado del CECyTE II. El argumento, porque el conductor y sus acompañantes iban tomando cervezas, pero lo único que llevaban en la mano bolsas con tepache que compraron unas cuadras antes. Estos mal llamados policías de Cancún, les quedaría mejor delincuentes con uniformes, les dijeron a las personas que serían llevadas a Seguridad Pública para certificarlos y descartar alcohol; sin embargo, para no hacerlo tenían que mocharse con tres mil pesos. De tanta intimidación que les metían a los ciudadanos: “el carro se va al corralón y te vamos a remitir al Torito”, finalmente terminaron robándole mil 500 pesos. Al día siguiente (domingo), la misma historia vivieron un grupo de trabajadores gastronómicos; en esta ocasión de policías de la unidad 5730. Los agraviados viajaban en un auto Nissan tipo Tsuru y según los uniformados eran sospechosos, por lo que decidieron pararlos sobre la avenida José López Portillo a la altura de la Región 107, cuando ellos venían de su trabajo. Las cinco personas fueron sometidas a una revisión al igual que al vehículo, pero casualmente ellos se tomaron una cerveza mientras llegaban, a excepto el conductor, y esto fue el motivo para intimidarlos ya obtener una dádiva; sin embargo, como no lo obtuvieron, decidieron llevárselos detenido y a cambio de su salida pagaron mil 800 pesos cada uno. Como parte de esta ola de extorsiones y abuso de los policías municipales, los puestos carreteros instalados a la salida de la ciudad; uno en el boulevard Luis Donaldo Colosio, otro en la avenida José López Portillo antes de salir de la ciudad, y el filtro ubicado en el kilómetro uno más 500 de la Zona Hotelera, están sirviendo para parar en estas vacaciones a conductores que traen placas de otros estados y de arrendadoras, el cual bajo algún pretexto, los policías les piden una cantidad superior a los mil pesos para dejarlos ir, pues según ellos, en el reglamento de Tránsito dice que no pueden circular en Benito Juárez con matrículas de otra entidad. Este importante destino turístico está sufriendo una pesadilla con el actual gobierno de Carlos Joaquín González, ya que no tiene la más mínima intenciones de salvar a Cancún de tantos abusos policiacos que sufren los ciudadanos y turistas nacionales y extranjeros todos los días. Cancún es un paraíso, pero su policía es la peor de Quintana Roo y posiblemente unas de la República Mexicana.