En días pasados, acudió a declarar una perito particular ante la segunda visitaduría de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, en Benito Juárez, en el caso de Amos Benoni Martínez Guzmán, uno de tantos casos de injusticia que existen en Quintana Roo. De acuerdo a la información que nos presentó la denunciante, la semana pasada, acudió la perito ante los Derechos Humanos para emitir su declaración en base a su trabajo sobre el caso del interno Amos Benoni; sin embargo, le dijeron que no estaba el segundo visitador adjunto encargado de llevar las diligencias, por lo que después de esperar e insistir ese mismo día, le dijeron que siempre sí. La declaración de la perito era sobre la firma falsa en una declaración de la misma forma, que realizó la Fiscalía en Atención a Delitos contra la Mujer para enjuiciar a una persona por el delito de violación, ya que no tenía elementos probatorios en contra del imputado. Una vez concluida la diligencia, la licenciada que atendió a la perito, intentó imprimir la declaración para firmarla y anexarla al expediente, pero la profesionista se dio cuenta que lo hacía en hojas reciclables, el cual le dijo de que no era adecuado y tampoco lo firmaría. Posteriormente, la visitadora consiguió hojas con sus compañeros, pero también inadecuadas, ya que tenían que ser tamaño oficio y eran tamaño carta. El argumento de la abogada fue que no tenían hojas, es decir, carecían prácticamente de papelería. La Comisión Estatal de los Derechos Humanos en Quintana Roo, ha perdido credibilidad desde años atrás, debido a que las personas que ocupan el cargo son nombradas por “dedazo” y no precisamente porque quieren servir a los quintanarroenses. El caso más reciente es de Marco Antonio Tóh Euán, actual ombudsman, quien está más interesado en representar marchas “gay” que atender la carencia de esta importante instancia defensora de los derechos humanos.
