El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, finalmente se salió con la suya y se apoderó de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito del municipio de Solidaridad, bajo el pretexto de lo ocurrido la noche de ayer domingo en el restaurante bar “Chapultepec”, donde sicarios dispararon en contra de un grupo de comensales, que dejó un saldo de 11 personas lesionadas y una fallecida. En un evento que se realizó la noche de este lunes en Cancún y no en Playa del Carmen, el gobernador Carlos Joaquín dio a conocer en su discurso, que ante la situación de emergencia que se vive en Solidaridad, el ejecutivo del estado y las que le otorga la Constitución, ha tomado la determinación de asumir la responsabilidad de la Dirección de Seguridad Pública y Tránsito en dicho municipio. La medida entra en vigor este martes 14 de mayo, con el propósito de restablecer el orden público y garantizar la seguridad de las personas. Dijo que este mando centralizado ha tenido resultados positivos en otros municipios, por lo que le entrega la seguridad al secretario Estatal de Seguridad Pública, Jesús Alberto Capella Ibarra. Lo cierto que el gobernador Carlos Joaquín González, a raíz que no pudo tomar el control a las buenas de la Policía en Solidaridad, a través de su fiel escudero el morelense Capella Ibarra, esperó el momento para apoderarse de la Policía ante el poder que le impera como mandatario. La intención del ejecutivo, tener el control absoluto en el estado como lo tuvo en su momento el ex gobernador Roberto Borge Angulo, y de esta manera estar por “encima” de los presidentes municipales, además del Congreso y la Fiscalía General del Estado. Jesús Alberto Capella, brazo derecho de Carlos Joaquín, es quien controla la mafia morelense que entró a delinquir bajo el conocimiento del propio gobernador, con la intención de causar violencia en los municipios que no se someten a las ordenes del Ejecutivo. No hay duda de que este grupo delictivo del crimen organizado que controla Capella, es quien está causando la violencia en Solidaridad, como también lo realizó en Cancún donde a la fecha se han dado ejecuciones, baleados, cobros de cuotas a negocios por derecho de piso, un sin número de jóvenes desaparecidas, todo esto similar a lo que se daba en el estado de Morelos. Quintana Roo, hoy está en manos de un grupo de mafiosos morelenses bajo la complicidad de Carlos Joaquín González, a quien utiliza para mantener el poder absoluto de todos los gobiernos.
Hay que recordar, que el mandatario tiene instintos de sicario, ya que hace años, en una reunión que sostuvo con su gente, expresó que “la traición en Tijuana se paga con la muerte, y a los traidores si los agarra los decapita”.
