El gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín González, no quita “el dedo del renglón y hasta está enloqueciendo de su ambición” para posesionarse a cómo dé lugar de la Policía Municipal de Solidaridad, ya que además de pagar a través de sus colaboradores en algunos medios, para señalar la violencia que ocurre en este municipio sin voltear a ver a Benito Juárez que esta peor, ahora quiere desestabilizar la corporación mediante algunos mandos que le están sirviendo de “sapos”. El fin de semana pasado, algunos directores de la Dirección General de Seguridad Pública, Tránsito y Policía Turística, renunciaron a su cargo supuestamente por carecer de herramientas para combatir la delincuencia; sin embargo, ninguno de ellos lo corroboró; solo fue un dicho. Presuntamente, esto fue “plan con maña” del gobierno del estado para desestabilizar la corporación y al quedarse sin mandos la Policía, de esta manera el secretario Estatal de Seguridad Pública, Jesús Alberto Capella Ibarra, acomodaría a su gente para posesionarse de la corporación, con ayuda del director general Martín Estrada Sánchez, quien no se sabe si está de parte de la presidenta municipal o al servicio de Carlos Joaquín. Lo cierto que dentro de las personas que renunciaron fue Diddier Vázquez Méndez, director de la Policía Preventiva, por lo que la presidenta, Laura Beristain Navarrete, decidió nombrar encargado del despacho y entregarle la confianza a Siddley Loeza Pérez, por su experiencia en materia de seguridad, además que es quintanarroense y conoce lo que está pasando en el estado. Lamentablemente, la reacción del gobierno del estado no esperó y enseguida lo atacaron en los medios que son aliados de Carlos Joaquín, con ayuda de Martín Estrada Sánchez, con la intención de seguir desestabilizando a la corporación y acomodarle al jefe policiaco, mandos de la Policía Estatal. Hoy en día en la Secretaría Municipal de Seguridad Pública de Benito Juárez, y en la Secretaría Estatal de Seguridad Pública, Jesús Pérez Abarca y Alberto Capella Ibarra, respectivamente, ambos de origen morelense y acomodados por el propio gobernador en su administración, se han convertido en un par de jefes policiacos ineptos por su nulo trabajo en materia de seguridad, ya que el resultado de su trabajo está a la vista de los quintanarroenses. En lo que respecta a Loeza Pérez, enseguida lo cuestionaron por muchas cosas, una de ellas pertenecer al gobierno priista y ahora lo ingresan a Morena; sin embargo, hay que recalcar, que Martín Estrada Sánchez también estuvo en gobierno priista, pero como le sirve al gobernador nadie lo menciona, o si nos vamos al gobierno del estado, la delegada en la Zona Norte del Instituto de Movilidad, Bibian Castillo, es también priista y está dentro del gobierno de Carlos Joaquín, como muchos más en los diferentes municipios.