Como parte de los cambios que pretende realizar la Secretaría Estatal de Seguridad Pública en Quintana Roo, a través del Mando Único en la Policía de Cancún, se removió al director de la Preventiva, Julio Ricardo Carballo Herrera, y en su lugar se quedó Luis Fernando Pérez Avilés, de la Policía Estatal. La intención del gobierno estatal en coordinación con el municipio y la federación, es depurar la Policía Municipal de Benito Juárez, ante la vinculación con la delincuencia organizada que tiene al menos el 70 por ciento de la corporación, incluso, le sirve de halcones en sus recorridos de supuesta vigilancia. En la historia de Cancún, jamás se ha realizado una depuración en la Secretaría Municipal de Seguridad Pública y Tránsito, a pesar que el narcotráfico está infiltrado desde el 2004, al grado que los mismos mandos son cómplices, incluyendo algunos secretarios. Los policías municipales se han apoderado de la corporación bajo sus propios intereses para beneficiar a un grupo delincuencial, el cual les ha dado el poder sobre el propio gobierno municipal, inclusive hacer lo que mejor les plazca y cometer ilícitos y atropellos en contra de los ciudadanos. Con la llegada de Jesús Pérez Abarca y Jesús Alberto Capella Ibarra, prácticamente quedaron amarrados de manos los municipales, ya que los desarmaron y les quitaron los radios de frecuencia “Matra” que los mantienen incomunicado; no para beneficio de ellos, sino para la delincuencia organizada, porque ya no escuchan los reportes. Sin embargo, ahora están reclamándole a la presidenta municipal, Mara Lezama Espinoza, las condiciones laborales que se encuentran.