Guadalupe Reyes Pinzón, encargada de la Fiscalía Especializada en Atención a los Delitos contra las Mujeres, el 20 de junio pasado armó un operativo con agente de la Policía Ministerial, con apoyo de policías municipales y personal del DIF, en contra de las personas que explotan a los menores de edad, en algunos cruces de avenidas en Benito Juárez. La fiscal Reyes Pinzón, por cierto, protegida por el titular de la Fiscalía General Miguel Ángel Pech Cen, y la diputada María Eugenia Solís Salazar, desde el 17 de junio del año pasado que fue nombrada como tal, jamás había hecho o planeado un operativo, sino que a unos días después que este portal de noticias “Crítica de Quintana Roo” dio a conocer que en dicha instancia reinaba la corrupción, así como protegían a los imputados mediante pago de dadivas; y archivaban los expedientes en algunos casos de menores víctimas de un abuso sexual, también a cambio de una cantidad económica. En el operativo “montado” que consiste en prevenir el delito de trata de personas en su modalidad de mendicidad forzada y trabajo infantil, detectaron a un adulto en silla de rueda ayudado por un infante; un minusválido; un menor vendiendo café; una joven con un bebé en brazos realizando malabares, entre otros casos más, que desde hace meses se observan en las calles de Cancún. Sin embargo, esto sólo fue “una cortina de humo” de Guadalupe Reyes Pinzón para demostrar que están trabajando, ya que a 15 días de su dichoso operativo, sigue observándose en las calles a menores de edad, arriesgando su integridad física en medio de los autos, mientras sus papás están sentados en la sombra, como el caso que se observó este martes en la avenida Nichupte a un costado de la “Gran Plaza”, entre otros más. También hay que recalcar, la propia Fiscalía en un boletín señaló que supuestamente los operativos continuarían de manera aleatoria para llegar a identificar, localizar y detener a los tratantes de personas, responsables de enganchar, transportar, explotar y entregar o recibir a una persona o varias para someterla a explotación sexual, de trabajo o mendicidad forzada, trabajo infantil o cualquier forma moderna de esclavitud, el cual resultó una mentira.
