Aún cuando se pensaba que el “borgismo” había quedado atrás, hoy en día sigue dentro de la Fiscalía General de Quintana Roo, que encabeza Miguel Ángel Pech Cen, ya que una familia en el municipio de Puerto Morelos, fue despojada de su negocio un “Club de Playas”, por un grupo de sujetos y golpeadores, bajo la complicidad del funcionario antes mencionado, y su brazo derecho Jesús Cristóbal Mena Paullada, director general de la Policía Ministerial. Esta información no las hizo llegar el agraviado debido a que lleva un año buscando con todas las autoridades correspondientes (Profepa, Semarnat, Fiscalización, Fiscalía General, entre otras), para que le hagan justicia y en lo particular le devuelvan su negocio que llevaba años conservándolo y manteniéndolo en funcionamiento, pues son pioneros del municipio. De acuerdo a lo relatado por el concesionario, el 22 de Abril del año pasado, se registró una ejecución en la zona de playas cerca de su establecimiento. Al día siguiente, llegaron policías municipales de la unidad número 002 y les dijeron que se salieran del restaurante porque llegaría un grupo de choque (golpeadores) a sacarlos. En ese entonces, el propietario del local les mostró a los uniformados que tiene por 15 años la concesión del negocio, incluso le mostraron documentos que lo abalaban como tal emitido por la Semarnat, entre otras autoridades. Ese mismo día por la tarde, llegaron alrededor de ocho sujetos encabezados por Marco Ulises Zavala Trejo y Alberto Antonio del Sagrado Corazón García Peniche, quienes fueron enviados por Benjamín José Navarro Aspero, y enseguida sometieron al concesionario y a su familia (esposa e hijos), y mediante amenazas los sentaron en sillas en pleno sol. Con palabras altisonantes les dijeron que se salieron del restaurante, incluso los tiraron a la arena y golpearon con la intención de apoderarse del local. Horas después, llegó el director general de la Policía Ministerial, Jesús Cristóbal Mena Paullada, mandado por el fiscal General, Miguel Ángel Pech Cen, y con toda la autoridad que le asemeja junto con los escoltas, intimidó a la esposa del concesionario y sus hijos, a quienes les argumentó que los llevaría detenidos y puestos a disposición del Ministerio Público por el delito de despojo, ya que los agarró en flagrancia.
