En silencio se mantienen representantes del gobierno municipal y del estado encargados de la seguridad, y solamente observan cómo Benito Juárez se “hunde” día a día a raíz que va quedando en manos de la delincuencia, por la ineptitud de quienes representan la justicia, pues ya ningún establecimiento se salva de sufrir un robo con violencia, donde incluso han señalado que policías municipales están detrás de algunos de estos casos o son cómplices. Todos los días el número de emergencia 911 recibe reportes de robos con violencia de empleados de algún establecimiento; solamente este jueves, el negocio de “Maxicarne” ubicado en la Región 221; “Bodega Aurrera” de la avenida Lak-in; según testigos, presuntamente la estación de gas “Tomza” de la avenida Industrial; y el taxi número 5344 del sindicato de Cancún. La Fiscalía General se niega a dar información de todos los casos que se van registrando en la ciudad, debido a que no le conviene porque desde que inició la administración del Estado, no han hecho nada por esclarecer los casos, o mejor dicho, detener a los responsables. Este problema que representa Benito Juárez, no solamente afecta a los ciudadanos, empresarios, sino que al propio destino turístico, debido a que la inseguridad que vive el destino está a nivel nacional e internacional.