De una manera déspota y arbitraria se desempeña la trabajadora social del banco de sangre del Hospital General, quien además, se comporta como si ella tuviera “el poder absoluto” dentro del nosocomio, a raíz que la responsable del lugar brilla por su ausencia. De acuerdo a una denuncia ciudadana que nos hicieron llegar a la página, la madrugada de este martes, dos personas llegaron a las cuatro de la mañana al Hospital General para donar sangre. Después de esperar tres horas afuera mientras abrían la puerta, finalmente a las siete pasaron más de 30 personas, siendo los denunciantes los primeros en entrar. Ya en la puerta del área del banco de sangre, salió de repente una mujer y les pidió su identificación, pero por el sólo hecho de no tenerlas en la mano y tardarse en sacarlas de su bolsa del pantalón unos segundos, empezó a regañarlos de una forma déspota y arbitraria, y todavía las mandó atrás de la última persona, es decir, tenía que esperar que pasaran las más de 30 personas, aún cuando ellos eran los primeros y llegaron a las cuatro de la mañana. Según algunas personas que la conocen, esta mujer siempre ha tratado con “la punta del pie” a los que acuden a donar sangre, debido que la responsable de nombre Ariadna Jacqueline Muñoz Cárdenas, llega a la hora que quiere.
