El secretario Municipal de Seguridad Pública y Tránsito, Darwin Puc Acosta, en complicidad con Julián Leyzaola Pérez, desde que llegaron de otro estado para hacerse cargo de la seguridad en Benito Juárez, lo primero que hicieron en las instalaciones es controlar a los ciudadanos que llegan a realizar cualquier tipo de trámite. De acuerdo a lo que hemos visto y que el propio ciudadano nos informó, por primera vez en la historia de este municipio, la nueva disposición de este par de jefes policíacos es que toda persona que intenta ingresar al edificio para realizar algún trámite como licencia de conducir o solicitar requisitos para la misma; pago de infracciones; liberación de un vehículo, entre otros, en la entrada les piden la credencia del INE, de ahí lo cuestionan, y si la persona va acompañado de un familiar o amigo, no los dejan pasar porque según el policía, es personal y son órdenes del jefe Darwin Puc Acosta. Sin embargo no lo es todo, el ciudadano no puede hablar por teléfono en el patio de las instalaciones porque el mismo policía te ordena que cuelgues o te manda a sacar. Lo cierto que dos policías al mando de Salomón Valencia alias “Winnie Pooh”, al momento de cuestionar al ciudadano para saber qué tipo de trámite realizará, se ofrecen para realizarle el tramite mediante las personas indicadas, y al final su ganancia puede ser de 200 pesos para arriba. El cabecilla de este “coyotaje” es precisamente el elemento “Winnie Pooh”, quien anteriormente lo tenían castigado como custodio en el Centro de Retención Municipal “El Torito”, por las irregularidades en que estaba involucrado; por mencionar la protección a los vendedores de droga en la Región 259 y sus alrededores; el cobro de una cuota a los policías, y a los choferes de camiones de carga que ingresaban animales exóticos o madera por el retén de la avenida José López Portillo, ya que era comandante de ese sector, donde estuvo toda la administración de Paúl Carrillo de Cáceres. Otro de los problemas y que no tiene control el titular de la Policía, son los retenes o puestos carreteros, ya que paran a los automovilistas que tienen placas de otros estados, y los intimidan con quitarles el vehículo si presentan la licencia, tarjeta de circulación o placas vencidas, ya que ellos saben por dónde “atacar” a los conductores y de esta manera les quitan una dádiva.
