Mientras que el presidente municipal Remberto Estrada Barba, y las personas de su confianza que lo rodean perciben un salario bastante productivo, al igual que los mandos de la Policía, para ellos lo que pase en la ciudad "sale sobrando"; hablamos de inseguridad, ya que no hay un día en que habitantes de alguna zona entren en pánico por disparos, baleados, ejecutados, robos con violencia, y lo peor, la Fiscalía General cómplice de ello, porque en un año no ha logrado esclarecer un solo caso o detener a los probables responsables como se hacía en la administración pasada. El ejemplo está claro del pasado fin de semana; por mencionar la noche del viernes, ejecutaron a un sujeto apodado “El Poncho” y su papá resultó lesionado, cuando se encontraban frente a su domicilio ubicado en la manzana 114 de la Región 95. Al siguiente día (sábado), al amanecer se encontró un ejecutado a balazos en la colonia La Unión; la víctima estaba maniatada y tapada con una sábana. El domingo, un sujeto fue ejecutado a balazos con un arma larga frente a su domicilio en el fraccionamiento Tierra Maya; ese mismo día, en la avenida Oaxactun ubicado en la Región 95, un supuesto albañil resultó baleado, y más tarde de la misma manera, dos mujeres y un sujeto en el fraccionamiento Villas Otoch Paraíso. Este lunes por la noche, en un estacionamiento de un edificio ubicado en la avenida Kinik en la Supermanzana 50, privaron de la vida a uno más, a quien le dispararon dentro de su auto. Esto obedece porque no hay suficientes policías municipales en la ciudad, a raíz que al menos 100 están comisionados al cuidado de funcionarios, aunque también se carece de patrullas, y otros están al servicio del crimen organizado.
