El gobernador Carlos Joaquín González, señaló que para atender la desigualdad en la zona rural es importante el apoyo a las actividades agropecuarias; “la zona del sur tiene una gran posibilidad de crecimiento en inversión y en potenciar actividades de tipo agropecuario; por ello en una primera etapa, se otorgan paquetes tecnológicos, asistencia técnica e incluso asesoría para la comercialización de los productos hortícolas de las mujeres jefas de familia. Recalcó que de esta manera se atenderá la desigualdad, con más y mejores apoyos para que las jefas de familia rurales mejoren su economía mediante los programas de Huerto Familiar Rural y Urbano de producción hortícola, así como maíz elotero bajo sistema de riego y maquinaria agrícola menor, que se implementa mediante la Secretaría de Desarrollo Agropecuario y Rural en beneficio de 250 productoras del campo del municipio Othón P. Blanco. En el Eje 1 para el Desarrollo y Diversificación Económica con Oportunidades para Todos del Plan Estatal de Desarrollo 2016-2022, señala esquemas que han sido puestos en marcha para apoyar mediante créditos a las mujeres y que puedan emprender proyectos productivos adecuados a los de la región. La señora Lucina Fabela Soto, de 62 años de edad, de la comunidad de Sergio Butrón Casas, dijo que “como mujer podemos hacer el trabajo y con este proyecto sería una buena oportunidad, ya que la ayudaría mucho en la economía”. Actualmente, se están produciendo hortalizas de cilantro, rábano, lechuga, acelgas, repollo, berenjena; y ya tienen los huertos bien distribuidos, contando con maquinaria agrícola y pequeños sistemas de riego. Mediante la Sedaru, se ha desarrollado un programa de capacitación que permite fomentar la participación directa de la mujer para la promoción y cultivo de alimentos sanos que se dan a través de esta agricultura orgánica. La señora Elizabeth Avilés Villalobos de 56 años, residente de la localidad de Carlos A. Madrazo, y presidenta de los hortaliceros de Othón P. Blanco, opinó que “al principio no teníamos conocimiento de los programas de traspatio; hoy que los conocemos consideramos que son de gran valor porque además de posibilitarnos una actividad productiva, también participa la familia y crecemos todos aprendiendo un oficio y consumiendo productos sanos”.